Tres motivos para pasarse al pan de centeno

También conocido como pan negro o el pan de los pobres, el pan de centeno es fácilmente reconocible por tener una miga de tonalidad más oscura, una textura más esponjosa y un sabor algo menos dulce. Pero su apariencia y apodos esconden muchos más beneficios de los que puedas imaginar: el pan de centeno tiene más fibra, menos gluten y ácidos grasos saludables, debido a una fermentación más lenta, y es rico en vitaminas y minerales. Se trata de un alimento muy nutritivo, por eso hoy se postula como candidato ideal para aquellas personas que quieran volver a disfrutar del pan, con una opción más digestiva. Y en este post os damos tres razones que te convencerán para incluirlo en tu dieta.

1.Tiene un gran valor nutricional

Típico del norte de Europa, de donde es más habitual el cultivo de este cereal, el pan de centeno está elaborado a base este cereal, rico en vitaminas, especialmente del grupo B, y minerales como el hierro, el fósforo o el magnesio. Pero hay más: también tiene un alto contenido de fibra, es bajo en grasas y contiene menos gluten que otras harinas como la de trigo o la de trigo espelta.

Así, por cada 100 gramos de pan de centeno, se calcula que prácticamente la mitad (48g) son hidratos de carbono de liberación lenta, es decir, que ayudan a mantener los niveles de azúcar en sangre. El hecho de contribuir a tener un índice glucémico bajo convierte el pan de centeno en una opción interesante para personas con diabetes o deportistas que requieren un mayor control del azúcar. Por otro lado, aproximadamente 6 gramos son de fibra, lo cual representa un alto porcentaje. El aporte de fibra del pan de centeno ayuda a regular el tránsito intestinal, por eso es más digestivo que otros panes elaborados con trigo convencional.

Y para terminar, su bajo contenido en grasas(solamente 3,3g por cada 100) lo convierte en una excelente opción para incluir en programas de pérdida de peso. O, simplemente, para disfrutar de otras variedades de pan más nutritivas.

2.Es muy energético

¿Nunca te ha pasado que, a pesar de comer bien, te falta energía? El pan de centeno es bajo en grasas saturadas, pero en cambio, contiene otro tipo de grasas muy interesante a nivel nutricional: las grasas saludables. Estas son de calidad e imprescindibles a nivel calórico, ya que dotan a nuestro cuerpo de la energía necesaria para activarse. Así, además de ser un pan con un alto contenido en minerales, como ya hemos explicado, el pan de centeno ofrece una buena cantidad de grasas saludables, mayormente poliinsaturadas como el ácido linoleico. Se trata de un ácido graso saludable que supera el valor calórico de las proteínas o los hidratos de carbono.

Por otro lado, el hecho de ser un pan con hidratos de carbono de absorción lenta, que funcionan como reserva de energía, y de contener entre un 10 y un 12% de proteínas de alta calidad, que nos proporciona un extra, lo convierten en un pan todavía más potente. 

Y, a todo esto, hay que sumarle que las vitaminas del grupo B, que son las mayoritarias en este cereal, contribuyen a optimizar el rendimiento y prevenir la fatiga. Así, el pan de centeno resulta muy interesante como desayuno, antes de un día movido, o para consumir antes de una actividad intensa. Por eso su consumo es muy recomendable para deportistas.

3.Está buenísimo

Pero si hay un motivo para volver a disfrutar del pan con esta opción más nutritiva y digestiva es su gran sabor. Un buen pan de centeno consigue encontrar el equilibrio perfecto, con el punto amargo justo que le aporta este cereal. Con un carácter único, el pan de centeno tiene una textura más consistente y es más aromático. Un acompañamiento perfecto para las comidas o para la elaboración de canapés y sándwiches, fríos o calientes.

Elige tu combinación: con aguacate, queso feta y un toque de limón, con una loncha de salmón ahumado y unos tomatitos cherrys, con un buen paté de alcachofas, hummus o una dulce crema de pistacho. ¡En la variedad está el gusto!